Orar a solas posibles tentaciones del principiante

La oración cristiana, y en concreto la forma silenciosa de orar, nación bien y mal al mismo tiempo. Un buen Señor, llamado Jesús, el de Nazaret, tenía la costumbre de retirarse a orar a lugares solitaros. Por menos de nada, pasase lo que pasase, se retiraba a la soledad a prar. Se retiraba lo mismo...

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Detalles Bibliográficos
Otros Autores: Guerra, Augusto, 1938- autor (autor)
Formato: Libro
Idioma:Castellano
Publicado: Burgos : Monte Carmelo D.L. 2008
Colección:Colección "Amigos de orar"
Materias:
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Descripción
Sumario:La oración cristiana, y en concreto la forma silenciosa de orar, nación bien y mal al mismo tiempo. Un buen Señor, llamado Jesús, el de Nazaret, tenía la costumbre de retirarse a orar a lugares solitaros. Por menos de nada, pasase lo que pasase, se retiraba a la soledad a prar. Se retiraba lo mismo de noche que de madrugada o a cualquier hora. Parecía manía. Fue al menos una costumbre. Quizá se tratase de una necesidad. La cosa es que así sucedía. Y este hecho, que quedará para siempre como referencial, ha dado a la oración solitaria, silenciosa, personal (como se la quiera llamar) una valía que dificilmente le podrá ser robada. Pero había otros señores, amgios y seguidores suyos. Eran sus discípulos y le querían; a su modo, pero le querían. No obstante, eso de escaparse a la soledad para orar... nada de nada. Es cierto que le pidieron al Maestro que les enseñase a orar. Pero eso de ritirarse a orar... parece que no iba con ellos. Ellos se quedaban en la cama cuando su Señor se levantaba de madrugada para acudir a su cita solitaria. Sabían donde estaba y de hecho le iban a buscar con las señar bien aprendidas. Y no se equibocaban. Pero no le acompañaban. Y cuando alguna vez el mismo Señor se llevaba a los más íntimos, como Pedro, Santiago y Juan, en cuanto se descuidaba el Señor, se dormían. Y así nación la historia de la oración cristiana: como historia de una Señor que oraba mucho y de sus seguidores que oraban poco. Así comenzó esta historia, que aún no ha terminado, pero sigue fiel a sus comienzos. En las páginas que siguen, y de la mano de Teresa de Jesús, tratermos de acompañar a quienes comienzan la andadura de su oración con tentaciones parecidas a las que tuvieron los ap´sotoles. Definitivamente, aquí hablaremos de la oración tentada. Y, más en concreto, de la oración tentada de los que comienzan, que son los orantes más desamparados, unas veces porque son pocos los que aceptan ser primerizos y otros porque también los "maestros" prefieren alumnos superiores. A unos y a otros les da una cierta vergüenza estar en los mismos cursos.
Descripción Física:198 páginas ; 21 cm
Bibliografía:Referencias bibliográficas a pie de página.
ISBN:9788483531693