El trabajo y la dignidad de la persona a la luz del CELAM un enfoque pastoral

El trabajo es la dimensión que ha acompañado al ser humano en toda su existencia, es tan antiguo como el hombre mismo. Además, es esencial para el desarrollo del mundo y del hombre mismo. Por el trabajo el ser humano transforma su entorno, adaptándolo de acuerdo a sus necesidades para tener una mejo...

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Detalles Bibliográficos
Autor Corporativo: Universidad Pontificia de Salamanca (España). Facultad de Teología (-)
Otros Autores: Jiménez Granda, Elmer Horacio autor (autor), Pardo Manrique, Román Ángel. director de la publicación (director de la publicación)
Formato: Tesis
Idioma:Castellano
Publicado: 2023
Materias:
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Descripción
Sumario:El trabajo es la dimensión que ha acompañado al ser humano en toda su existencia, es tan antiguo como el hombre mismo. Además, es esencial para el desarrollo del mundo y del hombre mismo. Por el trabajo el ser humano transforma su entorno, adaptándolo de acuerdo a sus necesidades para tener una mejor condición de vida y también se transforma así mismo. Todas las transformaciones que ha tenido el mundo por la intervención de la mano del hombre es producto de su trabajo. El ser humano en sí, es un ser incansable en su actividad, no deja de trabajar, siempre está haciendo algo. De esta manera, el trabajo es una actividad indispensable para el desarrollo de sí mismo, para sustentar a su familia y contribuir en el bienestar de la sociedad. Sin el trabajo no se siente lleno, no explota sus capacidades, se siente inútil y vacío. Todo ser humano trabaja, desde sus medios más sencillos como cultivar la tierra hasta lo más sofisticado que puede haber en nuestra actualidad, desde el científico hasta el que hace el aseo en las calles, desde el empresario hasta el más humilde trabajador de limpieza, desde el funcionario público con el más alto cargo hasta el cuidador de otras personas. Y todo trabajo es digno y debe ser valorado. Pero el trabajo en sí mismo es ambivalente, puede perder el sentido, es ambiguo, el único valor que adquiere el trabajo es por el ser humano, lo realiza un ser humano. Es ambiguo porque puede abrir al ser humano a encontrarse con el otro o puede encerrarlo en sí mismo en un instinto de posesión, puede contribuir en el bienestar de la sociedad compartiendo la vida y el producto de su trabajo o puede destruir al ser humano alimentando el egoísmo construyendo armas de destrucción masiva, puede destruir la creación o puede renovarla. Ante toda esta ambigüedad que encontramos en el trabajo nos preguntamos: ¿Qué sentido tiene todo el trabajo para el ser humano? ¿Hacia dónde se dirige el ser humano con todo lo que puede hacer? ¿Para qué trabaja el ser humano? ¿Vale la pena realizar todo el esfuerzo y sacrificio que conlleva el trabajo? ¿La actividad que realiza el ser humano sirve para su edificación o para su destrucción? Con estas preguntas nos adentramos en este tema de investigación para encontrar el verdadero sentido del trabajo que edifique al hombre como ser humano, como creatura de Dios.
Notas:Título tomado de la primera pantalla del documento
Precede al título: Universidad Pontificia de Salamanca, Facultad de Teología
Acceso libre desde "SUMMA: Repositorio Documental UPSA"
Descripción Física:1 recurso en línea (139 páginas)
Formato:Forma de acceso: World Wide Web.
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Bibliografía:Bibliografía : páginas 133-139