La corrupción no se perdona el pecado estructural en la Iglesia y en el mundo
La corrupción en sí no se perdona, porque es un pecado estructural y está ligado a un sistema injusto, que la Biblia llama satánico, identificándolo con las «bestias», a las que Ap 13 manda sin más al infierno. Ciertamente pueden ser perdonadas las personas corruptas; cuando cambian de mente y de co...
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Formato: | Libro |
Idioma: | Castellano |
Publicado: |
Madrid
PPC
2017
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Colección: | Cruce ;
41 |
Materias: | |
Ver en Biblioteca de Pastoral Madrid: | https://kohasociados.upsa.es/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=131555 |
Sumario: | La corrupción en sí no se perdona, porque es un pecado estructural y está ligado a un sistema injusto, que la Biblia llama satánico, identificándolo con las «bestias», a las que Ap 13 manda sin más al infierno. Ciertamente pueden ser perdonadas las personas corruptas; cuando cambian de mente y de conducta (que eso significa conversión, es decir, meta-noia), como anuncia Mc 1,14-15, pero nunca la corrupción en sí, porque es intrínsecamente mala. Hay pecados personales de corrupción que pueden y deben denunciarse con nombre y apellido, pero la corrupción en sí, como estructura demoníaca, ha de ser superada y destruida sin posibilidad de perdón, como ha denunciado la Biblia en su conjunto y, de un modo especial, el mismo Jesús. |
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Descripción Física: | 158 páginas; 19 cm |
Bibliografía: | Bibliografía. Páginas : 149-152 |
ISBN: | 9788428830782 |