Sumario: | Al hilo de un álbum de fotografías, Escenas de cine mudo relata la infancia del narrador en una remota aldea minera leonesa. El arte de Julio LLamazares se ha afinado aquí hasta la más nítida y depurada perfección: su capacidad de conmover no debe nada a ningún género de énfasis, y sí a la rigurosa y concisa emoción en sordina que late bajo las palabras, justas y precisas -"unas pocas palabras verdaderas"-, que dan noticia de la vida cotidiana en esta localidad que el narrador denomina "este montón de colmenas llenas de hombres anónimos, como mis padres, que sigue inmóvil en mi memoria". El pasado, en la fuerza imborrable del recuerdo, da así fe de lo que , en lo más hondo, es cada ser humano, y el patetismo o la poesía nacen a un tiempo de la veracidad y del pudor de lo auténtico. Culminación de la obra personalísima de Julio Llamazares, Escenas de cine mudo es una muestra ejemplar de exigencia artística y de temple humano que señala una cima en la narrativa española de hoy.
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