Sumario: | Casi siempre los papas han procurado ofrecer en su primer documento apostólico la idea nuclear o una especie de programa para su pontificado. Acogemos con gozo y gratitud que el primero del papa Francisco haya sido La alegría del Evangelio (24.XI.2013): "alegría que llena el corazón y la vida de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría" (EG, n.1).
Mirando al mundo que nos rodea, con sus luces y sombras desde el espiritu de Evangelii gaudium, Bergoglio-Francisco centra su interés en dos miradas: una, la familia, donde la persona sea el centro, donde la libertad y la justicia atienden a los más necesitados, donde los niños sean acogidos y defendidos en una familia real; y dos, la naturaleza, a la que hay que respetar y defender como casa común de todos los hombres. A estas dos miradas el Papa dedica una encíclica sobre la ecología, Laudato si (14.V.2015), y su exhortación postsinodal sobre la familia Amoris laetitia (19.III.2016), que constituyen los tres documentos más importantes de su pontificado.
Atenta a estos tres documentos profundos y solícitos del obispo de Roma, la Comisión Episcopal de Pastoral ha dedicado las XLII Jornadas de Vicarios. Cada uno de los textos ha sido trabajado por un experto: el P. José Mª Rambla, SJ, para Evangelii gaudium, Mons. Mario Iceta, obispo, para Amoris laetitia, y D. José Luis Segovia, vicario episcopal, para Laudato si.
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