Sumario: | La tierra da vida y la renueva. Su poder regenerador es latente e inescrutable, creador y paciente.Esta potencia de vida se puede apreciar y aprender en la jardinería. Más que una mera técnica, el cultivo de las plantas brinda reconocimiento y agradecimiento a esa excelsitud telúrica. La jardinería, entonces, se convierte en un arte donde se practica la meditación y se ejerce la plegaria en una reivindicación de la perdida unidad original de culto, cultivo y cultura.
Loa a la tierra, más que un ensayo, son las confesiones y las reflexiones de Byung-Chul Hans surgidas en el tiempo dedicado a su jardín. A caballo entre la filosofía, la esperitualidad y la poesía, esta obra ofrece inspirados textos y bellas ilustraciones sobre cada una de las plantas que el filósofo cultuva. De esta manera, su lectura nos hace tomar conciencia de la floreciente belleza de nuestro planeta, lleno de singularidad, magia y misterio.
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