Sumario: | La fuerza convincente del franciscanismo no es la ingenuidad sino la experiencia gozosa del amor gratuito de Dios y la reconquista confiada y alegre de la inocencia perdida. No gasta el tiempo en hacer el inventario de lo negativo que nos rodea, sino que dedica sus mejores fuerzas y esfuerzos a descubrir, a vivir y a transmitir los valores existenciales de la vida cotidiana, convencido de que todo es gracia y que incluso la misma desgracia puede ser agraciada.
Las páginas de este libro presentan una ontología franciscana de la vida cotidiana, analizando aquellas categorías y comportamientos fundamentales en la existencia de cada día.
Las ideas claves en el franciscanismo nunca están definitivamente poseídas, sino que invitan a nuevas posesiones e interpretaciones. El pensamiento franciscano, que brota de la vida y de la experiencia inacabada, es siempre un pensamiento inaugural que va más alla de la palabra hablada para converitrse en palabra hablante.
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