Sumario: | La formación espiritual es conocer, amar y dar testimonio de Cristo, porque el cristianismo es la experiencia de una persona viva, de Alguien que quiere entrar en diálogo con el hombre. Las fuentes vivas para la formación espiritual son, hoy como siempre, la Biblia, la liturgia y los escritos de los Padres. La escucha de la Palabra de Dios en la comunidad cristiana se revela siempre como un ámbito privilegiado donde se manifiesta el Espíritu de Dios. El Espíritu hace viva la Palabra, y ésta se vuelve inteligible y siempre nuesva en el interior de la Tradición y de la fe de la Iglesia (cf. DV 12).
La colección Lectio divina para la vida diaria pretende sugerir un itinerario de lectio a partir de los textos más leídos y orados por la comunidad cristiana y por la tradición viva de la Iglesia. Estan páginas siguen el método clásico de la lectio divina y han sido enriquecidas con fragmentos antológicos de los comentarios que los Padres de la Iglesia y los maestros de la vida espiritual nos han transmitido.
Este volumen está dedicado el evangelio de Mateo, considerado en la Iglesia de los primeros siglos como el primer "catecismo" para educar en la fe a los creyentes tanto porque ofrece una gran catidad de temas pastorales como porque la comunidad coristiana vio relejada en él el ansiado por la fidelidad a las enseñanzas de Jesús-Maestro y el sendero seguro para caminar siguiendo su ejemplo hacia el Padre.
Mateo nos introduce en una experiencia personal con Cristo, que interpela la existencia del cristano y nos exhorta a llevar una vida fraterna en comunidad, en la que se haga visible el amor a todos los hombres, especialmente a los "pequeños", a los pobres y a los necesitados de perdón.
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