Sumario: | "Las conversiones colectivas de judíos durante la época de la Inquisición suscitaron en la península ibérica la voluntad de diferenciar a aquellos grupos minoritarios que se habían vuelto indetectables. Ese es el imperativo al cual responde el pensamiento racial: producir alteridad allí donde esta deja de ser evidente. En adelante, esta matriz política se verá reactivada en varias ocasiones desde el siglo XV y servirá también para gestionar, al menos en parte, las cuestiones vinculadas a las relaciones de los colonos europeos con los nativos americanos, los africanos deportados al Nuevo Mundo y los administrados asiáticos. Para una historia política de la raza busca dilucidar los procesos políticos por los cuales las poblaciones y los individuos fueron y son categorizados bajo el criterio de la raza —entendida como una construcción social, a la vez discursiva e inscripta en prácticas institucionales, económicas, culturales—, y luego discriminados, dominados, perseguidos y, llegado el caso, exterminados. Para Jean-Frédéric Schaub, el asunto no consiste en determinar si las variaciones constatadas entre poblaciones son reales o imaginarias, sino en comprender de qué usos políticos son objeto. De acuerdo con esto, propone una concepción del racismo en política que no traduce todas las formas de dominación o de segregación en términos de raza. En palabras del autor: “Negarse a reducir todo a la opresión racial pero no permanecer ciego a la efectividad de las cuestiones raciales en la vida social y política: esa es la postura que corresponde de la manera más exacta al modelo de interpretación historiográfico propuesto en este libro”. Así, esta obra representa un aporte original e ineludible a los debates contemporáneos sobre la asignación de identidad racial a las personas y a los grupos poblacionales" -- Contracubierta
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