Sumario: | Después del convulso siglo XIX español y la desaparición definitiva de su imperio, muchos filósofos del siglo XX fueron muy críticos con la propia España. Ortega y Gasset consideraba a España como un país con una cultura y una historia ricas, pero que estaba atrasada en términos de desarrollo económico y social. Apostaba por la industrialización de España, que debía modernizarse para poder competir con el resto de Europa. También creía que el gobierno debía tomar medidas para mejorar la educación y la sanidad, así como para promover el desarrollo económico.En España invertebrada, Ortega y Gasset propuso una interpretación de la historia de España que resultó incómoda porque expuso grandes cuestiones que siguen latentes hoy a modo de desafíos contemporáneos: el papel de la monarquía, los privilegiados y sus responsabilidades, la prolongación del legado hispánico, la influencia europea, el mundo transatlántico… Hoy, seis historiadores de diferentes universidades y miembros de un equipo de investigación, desentrañan cada uno desde su especialidad estas cuestiones a la luz del manual oficial editado por el Ministerio de Educación y Cultura. Es un repaso sorprendente cien años después de la propuesta interpretativa de Ortega --
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