Sumario: | Se analiza la pintura de objetos de bodegón según los esquemas decorativos que perviven desde la antigüedad, relacionándola con cuestiones de representación y de poder (Xenia); el discurso por el que la pintura se divide en dos sectores, el que trata del acto excepcional y el individuo único, con la narración y el drama de la grandeza, y el que trata de las rutinas de la vida diaria, la esfera doméstica, la ausencia de singularidad personal y distinción (Rhopografía); la pintura de los Países Bajos durante el siglo XVII desde el punto de vista de las actitudes sociales holandesas hacia su propia riqueza y la diversidad de reacciones ante la opulencia, mostrando cómo el ámbito del consumo fue reabsorbido, en las imágenes de los bodegones, hacia valores de producción (Abundancia); y las distinciones establecidas entre la realidad de plano bajo y plano alto, entre la naturaleza muerta y los géneros pictóricos supuestamente superiores, mostrando su posible relación con la condición sexual y su ideología.
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