Sumario: | Los ecosistemas de montaña suponen la quinta parte de la superficie de los continentes y las islas. Están repartidos por todo el mundo, desde el ecuador hasta los polos y presentan una diversidad notable; se encuentran en todas las altitudes, desde el nivel del mar hasta la cumbre del Everest. Son espacios naturales frágiles que responden a unos criterios de delimitación específicos como son: la altura elevada, el predominio de las fuertes pendientes y la importancia de los desniveles. Las áreas de montaña son centros mundiales de diversidad biológica en donde las especies vegetales y animales se distribuyen por pisos de altura. Desempeñan un papel esencial en el ciclo del agua al ser fuentes de todos los grandes ríos del mundo y contar con los bosques que juegan un papel fundamental en la regulación climática del planeta, en el mantenimiento del equilibrio hídrico, y en la conservación de la biodiversidad. La mayoría de los grandes conjuntos montañosos corresponden a unos espacios escasamente poblados, a excepción de las montañas tropicales de América latina, África oriental y occidental y algunas de Asia (Filipinas y Nepal) que ofrecen altas densidades de población. Las relaciones económicas de los pueblos de montaña han experimentado profundas transformaciones desde la revolución industrial; estos cambios se han debido, fundamentalmente, a la mejora de la accesibilidad por la construcción de nuevas redes de carreteras, del ferrocarril y del transporte aéreo. Otro factor de cambio determinante ha sido el turismo y la proliferación de segundas residencias, sobre todo en aquellos núcleos privilegiados que cuentan con estaciones de skí. Actualmente las áreas de montaña se han convertido en espacios multifuncionales en los que la agricultura se desarrolla en relación con otras actividades de los sectores secundario y terciario, paralela o integradamente, ya que la FAO recomienda establecer programas sostenibles de desarrollo rural integrado para neutralizar la degradación creciente de los recursos naturales renovables productivos: agua, suelo, vegetación y fauna
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