Sumario: | Los españoles del siglo XIX concibieron su época como una etapa de modernidad. Su siglo debía ser el del progreso, un tiempo radicalmente nuevo, acelerado, pleno de posibilidades y avances. Manuel Gutiérrez de la Concha, marqués del Duero, no fue ajeno a ese ambiente, de tal manera, que sus mismos contemporáneos le caracterizaron como un modernizador en materia militar, en proyectos agrícolas y en pensamiento político. En una España donde se advertía un futuro lleno de expectativas y de promesas -también de temores y de amenazas- se extendió con rapidez la clara conciencia de una naciente modernidad plena de oportunidades. El marqués del Duero impulsó la renovación en la estrategia militar del ejército español, fundó colonias agrícolas, impulsó fábricas y técnicas agropecuarias, y apoyó un proyecto político centrista para un tiempo convulso: la Unión Liberal.
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