Escritores y televisión durante el Franquismo (1956-1975)

Abordar la relación que los escritores españoles mantuvieron con la televisión durante el franquismo es darse de bruces con dos paradojas: la de que la modernidad podía estar representada por quienes ya poco significaban en el cambio literario que se estaba produciendo en los años sesenta y set...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: FERNÁNDEZ, Luis Miguel (-)
Formato: Otros
Publicado: Salamanca Universidad de Salamanca 2014
Edición:1
Colección:Biblioteca de pensamiento y sociedad 108
Materias:
Acceso en línea:Texto completo en Odilo
Ver en Universidad Loyola - Universidad Loyola Granada:https://colectivo.uloyola.es/Record/Odilo00052270
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Descripción
Sumario:Abordar la relación que los escritores españoles mantuvieron con la televisión durante el franquismo es darse de bruces con dos paradojas: la de que la modernidad podía estar representada por quienes ya poco significaban en el cambio literario que se estaba produciendo en los años sesenta y setenta del pasado siglo (Pío Baraja, Galdós, los clásicos, los poetas de referencia como Machado o Juan Ramón Jiménez, Unamuno en el teatro...), y la de que quienes venían modulando esos cambios en el ámbito literario estuvieron casi siempre de espaldas al medio más representativo de dicha modernidad. Un medio capaz de llegar a más personas en una sola emisión que las obras completas de esos escritores a lo largo de muchos años, y a través del cual se iban alejando los españoles de la fanfarria nacionalcatólica gracias a un telefilme extranjero, por aquí, o a un personaje de Armiñán y Marsillach, por allá. Más que el cine, la literatura o la prensa, la televisión fue la gran pista de aterrizaje de los nuevos modos, costumbres e ideas para la mayoría de los espectadores de ambas décadas. Es claro que la televisión del franquismo fue una televisión manipulada por todos sus poros, desde la información a los programas culturales y literarios, propagadora de la mentira y muda con la ignominia, pero no fue monolítica. La modernidad, sinónimo también de crítica frente a la realidad social y el conformismo imperantes en nombre de una razón que había sido abolida con la Guerra Civil, además de apelación a la tolerancia, se fue introduciendo allí a rendijazos. Los espacios de Armiñán, Marsillach o Ibáñez Serrador, el documentalismo de la segunda mitad de los sesenta, las recreaciones de textos literarios clásicos con algún contemporáneo de guinda, cier­ tos guiones originales acreedores de premios internacionales, fueron manifestaciones de ello en la primera cadena de TVE.
Descripción Física:1 piece
200 pages
ISBN:9788490124512