Sumario: | En un Angelus dominical del verano pasado, el papa Francisco comenzó su comentario a la parábola del Sembrador con esta reflexión acerca del lenguaje de Jesús: un lenguaje simple, que llega de manera directa al corazón. Esto nos brinda la ocasión para reflexionar sobre el modo de discernir si un discurso proviene del «buen espíritu» y nos acerca a Jesús, o si, por el contrario, está animado por el «mal espíritu», aun cuando quien lo pronuncie afirme querer «decir la verdad». Se trata de un peligro que podemos encontrar también en algunos artículos o contenidos propuestos por los medios cuando se sirven de discursos engañosos y de un lenguaje simplista para atacar al Papa y a la Iglesia. Para aprender este discernimiento nos ayudaremos en particular de la experiencia espiritual de san Pedro Fabro.
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