Sumario: | El titulo de este libro contiene una propuesta implicita. Detenerse a reflexionar sobre el factor humano en la cibercultura es hoy una necesidad cognitiva de orden social. Como tal, va aun mas alla del impulso natural que tenemos los humanos por el conocimiento: se entrelaza con el delicado territorio de lo etico. Pero, por que duplicar con este otro universo plural (el de los comportamientos reflexivos) dominios ya existentes (como el de las practicas digitales), poseedores de su propia vida dinamica? Ante todo, porque como ciudadanos del mundo estamos comprometidos cotidianamente, de modo profuso, con esa trama compleja que denominamos cibercultura. De alguna manera ese compromiso nos obliga a reflexionar acerca del contexto referido. Tambien, porque los procesos cognitivos influyen, de continuo, en nuestras relaciones con las cosas y las personas, en nuestra estimativa sobre sus valores respectivos. Somos los unicos entes pensantes en el universo, incluido nuestro planeta? La respuesta posible abarca una evaluacion con efectos notorios, tanto en el modo como nos comportamos con los humanos, como con las maquinas. En este caso, meditar sobre el nucleo de referencia (el factor humano en la cibercultura) puede modificar, asimismo, nuestras relaciones con la dupla maquinas-programas (hardware-software). Ha de hacerlo, con toda probabilidad, si la reflexion es flexible, abierta. A que se denomina factor humano en el ambito de la denominada cibercultura? La expresion nombra, en verdad, un amplio conjunto de problemas nacidos de las multiples acciones que se concretan entre seres humanos y maquinas informaticas. Es importante (es etico) debatir el tema, traerlo a primer plano, porque no enfrentamos una cuestion meramente ornamental. Al contrario, el modo como se desenvuelven esas relaciones multiples atane directamente a la vida de las sociedades.
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