| Sumario: | ¿A qué se debe el eco y la amplia aceptación que el movimiento de la "nueva era" encuentra, precisamente entre las capas de población de cultura media y superior?
Sin ser pretenciosos, es muy posible que se deba al síndrome de fatiga que cada vez con más intensidad afecta a los habitantes de las sociedades avanzadas. El hombre moderno parece estar cansado, asustado y desilusionado. Está cansado de la creciente fragmentación de los saberes humanos y de la progresiva pérdida del sentido del todo. Nunca ha resultado tan difícil determinar la verdadera naturaleza del hombre y el lugar que éste ocupa en el universo. Está también asustado por la increíble dureza e inhumanidad que se manifiesta en la organización de la moderna sociedad tecnificada: en ella las emociones, los instintos y los sentimientos más arraigados en la especie humana cuentan muy poco, ya que todo está sometido de manera implacable a la efectividad productiva. Finalmente el hombre, harto del alto grado de sofisticación y complejidad de las explicaciones y casuística de las grandes religiones, ha llegado al desencanto.
El movimiento de la "nueva era" defiende que, a pesar de todo, aún es posible la verdad, la esperanza y la felicidad en este mundo. Anuncia, además, que el advenimiento de una época de felicidad es inevitable. En su cosmovisión ha integrado aquellos ingredientes que anidan en las aspiraciones del corazón humano.
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