“…Bajo un aspecto bonachón, casi de cura de aldea, el Papa Roncalli llevaba a sus espaldas una amplia carrera en la diplomacia vaticana, interviniendo activamente en situaciones críticas en Turquía, Francia y Burgaria (donde actuó en ayuda y salvación de miles de judíos perseguidos por los nazis), y una posterior e importantísima labor pastoral como Patriarca de Venecia. No entró en el Cónclave como papable y se cumplió, como siempre, la tradición romana: sal Papa el que no entra de papable y sigue de Cardenal el que ingresa como favorito. …”