“…Natural de la provincia burgalesa y mienbro de la Orden de San Agustín, ascendió dentro de ella por la escala de los cargos relevantes: profesor y escritor de temas literarios, filosóficos y científicos, director de los colegios de El Escorial y Madrid, superior de comunidad y autor de grandes obras materiales, provincial de la Matritense. …”

Tabla de Contenidos: “…Historia de la Iglesia en Chile; Marcial sánchez gaete; Índice; Presentación cardenal francisco Javier errázuriz ossa; Presentación comisión bicentenario, iglesia de santiago; Presentación; Introducción; Capítulo I pasos silenciosos en las bóvedas de nuestra iglesia católica chilena; antecedentes de la historia del papel; elementos de paleografÍa y su uso; y la llave maestra sirvió; Orden de Predicadores, Santo Domingo; Orden de La Merced15 (1566); Orden de San Agustín (1595); Monasterio antiguo de Santa Clara (1571); Monasterio de Agustinas de la Limpia Concepción (1574)…”

“…Abarca desde el nacimiento de la Orden de San Agustín en 1244, por el papa Inocencio IV, hasta el final del pontificado de Benedicto XVI. …”

“…Vittorino Grossi es religioso de la Orden de San Agustín. Ha dedicado la mayor parte de su vida al estudio de los Padres de la Iglesia, en particular a la obra del santo de Hipona. …”

Tabla de Contenidos: “…Iuan Butron, y cősortes, religiosos de la Orden de san Agustin ... sobre la retencion de un Breue ... y letras del General de la dicha Orden, en que se anula el Capitulo ultimo ... y manda despojar de sus oficios al Prouincial, y los demas electos en el.-- [S.l. : s.n., s.a.] 20 h. ; Fol. …”

“…Variadas razones apremiaban la realización de este arduo trabajo : la dificultad de acceso a la obra del santo, cuya última edición es la de Manila (1881-1883; 1897); la necesidad de una versión en español, ya que la casi totalidad de sus conciones o sermones ha sido publicada en latín (solo 32 conciones fueron publicadas en español en 1952, de las 454 que se registran en esta edicición); dar a conocer a toda clase de personas - religiosas y seglares- la singular expresión, por medio de la predicación, de un hombre de Dios, santo, sabio y clarividente; la cercanía de una palabra que modeló las mentes más brillantes de nuestro Siglo de Oro literario con su elocuencia mesurada y siempre concorde con la fe genuina de la Iglesia; y sobre todo, responder a un deseo muy sentido en el ámbito de la Orden de San Agustín, a la que perteneció, y de la archidiócesis de Valencia, a la que sirvió, de hacer patente y accesible su magisterio, para que, en un día no lejano, sea honrado con el merecido título de Doctor de la Iglesia universal. …”

“…Variadas razones apremiaban la realización de este arduo trabajo : la dificultad de acceso a la obra del santo, cuya última edición es la de Manila (1881-1883; 1897); la necesidad de una versión en español, ya que la casi totalidad de sus conciones o sermones ha sido publicada en latín (solo 32 conciones fueron publicadas en español en 1952, de las 454 que se registran en esta edicición); dar a conocer a toda clase de personas - religiosas y seglares- la singular expresión, por medio de la predicación, de un hombre de Dios, santo, sabio y clarividente; la cercanía de una palabra que modeló las mentes más brillantes de nuestro Siglo de Oro literario con su elocuencia mesurada y siempre concorde con la fe genuina de la Iglesia; y sobre todo, responder a un deseo muy sentido en el ámbito de la Orden de San Agustín, a la que perteneció, y de la archidiócesis de Valencia, a la que sirvió, de hacer patente y accesible su magisterio, para que, en un día no lejano, sea honrado con el merecido título de Doctor de la Iglesia universal. …”

“…Variadas razones apremiaban la realización de este arduo trabajo : la dificultad de acceso a la obra del santo, cuya última edición es la de Manila (1881-1883; 1897); la necesidad de una versión en español, ya que la casi totalidad de sus conciones o sermones ha sido publicada en latín (solo 32 conciones fueron publicadas en español en 1952, de las 454 que se registran en esta edicición); dar a conocer a toda clase de personas - religiosas y seglares- la singular expresión, por medio de la predicación, de un hombre de Dios, santo, sabio y clarividente; la cercanía de una palabra que modeló las mentes más brillantes de nuestro Siglo de Oro literario con su elocuencia mesurada y siempre concorde con la fe genuina de la Iglesia; y sobre todo, responder a un deseo muy sentido en el ámbito de la Orden de San Agustín, a la que perteneció, y de la archidiócesis de Valencia, a la que sirvió, de hacer patente y accesible su magisterio, para que, en un día no lejano, sea honrado con el merecido título de Doctor de la Iglesia universal. …”