“…Podemos afirmar que, aunque el arte popular es bastante fiel a la forma y al diseño, lo es aún más a su esencia, lo cual explica la permanencia de una misma personalidad a través de piezas con diferentes grados de barroquización. …”
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“…No nos hubiera costado demasiado (y esperemos que el lector no nos lo tome a petulancia) ampliar de forma sustancial el elenco de participantes teniendo en cuenta, desde luego, la personalidad de nuestro protagonista. Pero también nuestra iniciativa se ha visto afectada por las penurias económicas que, derivadas de las ideas políticas acentuada y descaradamente neoliberales de los gobiernos ultraconservadores, están destrozando la educación pública en España. …”
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“…Allí se alojó en la selecta y avanzada Residencia de Señoritas, dirigida por María de Maeztu, cuya personalidad tanto influyó en Victoria, quien terminó doctorándose en 1923; de hecho, fue la primera mujer que ejerció la abogacía en España, incluso abriría un bufete laboralista, algo inaudito en unos tiempos en los que hasta las hijas de las mejores familias no deslucían por ser semianalfabetas. …”

“…El pensamiento, filosófico o afín, que se expresa en Heterodoxia es muy deudor de Fernando Pessoa en sus personalidades poéticas –e ideológicas- distintas, correspondientes a experiencias que lo son de desdoblamiento y de multiplicación. …”

“…Un sabio y santo consejo de Teresa de Jesús En nuestro interior está todo Agradece cada día el regalo de la vida La envidia, un defecto moral deplorable La paz interior Paciencia y paz Los tres mayores tesoros La gran virtud de la prudencia Los sentimientos del alma son difíciles de expresar El egoísmo necesita de perdón La virtud de la perseverancia El libro que salvaría antes de un incendio provocado (la Biblia) La paciencia es muy importante en la vida Saber regalar la vida Nada trajimos, nada nos llevaremos Saber mirar la muerte cara a cara La muerte nos iguala a todos La gran tragedia de la vida no es la muerte La personalidad del papa Francisco El alma humana La alegría y el cristianismo ¿Para qué sirve la oración?…”