“…Si los americanos fueron demasiado intrépidos en este principio de siglo, los europeos, según el autor, continuaron siendo demasiado pusilámines: fracasaron en la apuesta histórica del dólar a la Unión Europea de una Constitución; su ampliación ofrece resultados contradictorios; los partidos de tintes racistas y ultranacionalistas siguieron ganando adeptos en el continente y unos Balcanes con fronteras movedizas, sujetas con el cordón sanitario de la OTAN y de la UE, evitaron nuevos pasos en falso hacia la guerra civil. Los "hermanos siameses" están obligados a permanecer unidos en este principio de siglo por la historia del anterior, por la geopolítica, los intereses comerciales y financieros, por el ascenso de grandes potencias asiáticas, la amenaza latente del terrorismo internacional, la proliferación de armas de destrucción masiva, los retos medioambientales... pero esa relación de "hermandad" no es ajena a tensiones y turbulencias, de las que también da cuenta este trabajo. …”

Materias: