“…La falta de trabajo digno y las condiciones indecentes con las que millones de personas trabajadoras intentan ganarse el pan representan, en palabras de Francisco, "un atentado a la dignidad humana" ya que "el trabajo no solo es necesario para ganarse la vida, es un derecho indispensable para desarrollarse integralmente a sí mismo" y para formar una sociedad a la medida de la persona. …”

“…El libro se estructura en torno a dos conceptos fundamentales: el primero se refiere a la posibilidad de afectación de la dignidad y el libre desarrollo de la personalidad en relación con el contrato de un vientre de alquiler para la materialización de un deseo de maternidad o paternidad de imposible satisfacción por parte de las personas que pretenden llevar a cabo ese contrato, y el segundo apunta a la raíz misma de la cuestión de por qué surge en nuestra civilización un mercado de estas características, cuáles son los efectos de este liberalis­mo contractual, y qué valores y principios potencia y defiende…”

“…Sus historias y sus vidas, protagonizadas por la defensa y resistencia pacífica de sus pueblos, de sus territorios y de sus derechos merecen el reconocimiento de la dignidad y la justicia. Las amenazas, la intimidación, el acoso, la estigmatización, la criminalización y la persecución de las personas defensoras, en especial de las mujeres, afecta gravemente los derechos humanos y el medio ambiente. …”
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“…Parte de su familia fue asesinada en Auschwitz, y la experiencia del antisemitismo que sufrió en carne propia inspiró el escenario postapocalíptico de esta novela inusual, que indaga sobre la dignidad y la dificultad de permanecer humanos frente al sufrimiento, en un relato conmovedor, fantástico y terrible." …”

“…"Estar cerca de los españoles, ganarse su respeto, velar por la dignidad de la monarquía, observar una conducta honesta y transparente... son los retos que se planteó Felipe VI el día que asumió la Corona, consciente de que solo así podría tener autoridad moral para ejercer sus funciones como rey. …”

“…Empezamos a despertar y a entender que debemos escoger entre la libertad y la dignidad de la persona, o bien, asumir la esclavitud y obsolescencia de los seres humanos no mejorados biotecnológicamente y la deshumanización progresiva de nuestra civilización. …”

“…Precisamente en una época en la que –parafraseando a Oscar Wilde– se conoce el precio de todo y el valor de nada, salvaguardar la pureza del gesto creador de todos los condicionamientos espurios ajenos al arte es salvaguardar nuestra dignidad como especie, salvar nuestra alma –entendida como vínculo colectivo, no como ego– de la destructiva voracidad capitalista. …”

“…Lo que viene a significar que nuestras acciones no determinan si somos merecedores o no de los derechos que, entre otras cosas, ayudan a conformar nuestra dignidad. En el año 2015 se introdujo en España la pena de prisión permanente revisable, ocasionando una fuerte polémica en la doctrina constitucional y penal, que no ha dejado de analizar las fricciones del encaje constitucional de esta pena con los derechos, libertades y principios fundamentales, la dignidad humana y el propio concepto de Estado social y democrático de Derecho. …”

“…No hay ética porque seamos «dignos», porque tengamos dignidad, sino porque somos sensibles a los indignos, a los infrahumanos, a los que no son personas.La ética, pues, a diferencia de la moral, es la respuesta compasiva que damos a «los heridos» que nos interpelan en los distintos trayectos de nuestra vida, cuando bajamos de «Jerusalén a Jericó»…”

“…Estos movimientos, crecientemente globalizados, y las teologías políticas que los sustentan, constituyen una gramática de defensa de la dignidad humana que rivaliza con la que subyace a los derechos humanos y muchas veces la contradice. …”

“…A continuación explora la pervicencia hasta la actualidad de "lo romántico"; una actitud que, en palabras de Novalis, consiste en conferir a lo ordinario un sentido más elevado; a lo conocido, dignidad de desconocido, y a lo finito, una apariencia de infinitud. …”

“…Y, como resultado de esa chocante vocación, Tusquets, sin perder nunca la dignidad, ha escrito este libro en el que dice lo que piensa. …”

“…El autor fundamenta la humanización en la dignidad humana, y explora diferentes ámbitos de humanización y Planes de Humanización existentes, contemplando tanto aspectos de gestión como de atención directa a los enfermos. …”

“…La valoración más elemental que Santayana tiene para la literatura y para la poesía en concreto, lo coloca en el campo de la profundidad, en aquel que comienza por exigir a la literatura una revelación del mundo, por su capacidad de fundirse al destino del hombre y proporcionalre una personalidad: "Sólo las grandes obras literarias pueden agregar algo al valor real y la dignidad de nuestro espíritu" escribe. Pero ¿en que medida se puede uno aprovechar de un gran poeta clásico y por añadidura extranjero? …”

“…El Magisterio de la Iglesia Católica ha señalado con claridad la importancia y la dignidad de la mujer-madre que dedica su tiempo al cuidado de su hogar y a la educación de sus hijos, sin dejar de promover la participación activa del hombre-padre en lo que se puede identificar como el "trabajo profesional" por excelencia. …”

“…A tal efecto, se examinan las necesarias sinergias y entrecruzamiento mutuo entre jurisdicciones internas e internacionales, así como la importancia de la formación de los operadores jurídicos y la implicación de la Universidad en tal cometido, con el objetivo último de favorecer la optimización de la defensa de la dignidad de la persona…”

“…En su aparente humildad, en su auténtica soledad, en su falta de bienes materiales y afectivos y, sobre todo, en su inalienable dignidad humana, este don José es pariente próximo de otros personajes literarios: Bouvard y Pe ́cuchet, los copistas encicloopédicos de Flaubert; el obstinado Bartleby de Melville; el metafísico Bernardo soares de Pessoa.. …”

“…De ahí la urgencia de contar con familias acogedoras que reciban en su seno a los hijos con discapacidad; de profesionales preparados para educarlos respetando su dignidad; de verdaderos humanistas en la empresa que, entendiendo la importancia del trabajo en el crecimiento y realización de la persona, les den una oportunidad; y de una sociedad que vuelva a comprender el valor de la caridad, atendiendo a la verdad de cada persona, permitiéndole ser protagonista de su propia vida y, como dijera el PapaBenedicto XVI, formar parte “del tesoro de compasión que necesita el género humano" --…”