El Hombre Tranquilo, o Reflexiones para Mantener la Paz Del Corazón en Cualquier Fortuna

El hombre tranquilo, o reflexiones para mantener la paz del corazón en cualquier fortuna (ca. 1805) es una de las obras más significativas de Manuel María Gorriño y Arduengo, un predicador, político, educador y traductor novohispano que vivió la primera gran transformación de México: su independenci...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Gorriño y Arduengo, Manuel María (-)
Otros Autores: Pérez, Manuel
Formato: Libro electrónico
Idioma:Castellano
Publicado: Madrid : Iberoamericana Editorial Vervuert 2023.
Edición:1st ed
Colección:El paraíso en el Nuevo Mundo Series
Materias:
Ver en Biblioteca Universitat Ramon Llull:https://discovery.url.edu/permalink/34CSUC_URL/1im36ta/alma991009781524306719
Tabla de Contenidos:
  • Cubierta
  • Anteportada
  • Portada
  • Página de derechos de autor
  • Índice
  • Estudio introductorio
  • La obra educativa de Manuel Gorriño
  • El político al filo de la historia
  • El hombre tranquilo y la obra escrita de Manuel Gorriño
  • Estilo y fuentes de El hombre tranquilo
  • El manuscrito CDHRMA 100.3
  • Sobre esta edición
  • Epílogo
  • El hombre tranquilo, o reflexiones para mantener la paz del corazón en cualquier fortuna
  • Discurso I. Qué cosa sea la tranquilidad
  • Discurso II. La existencia de Dios
  • Discurso III. La bondad de Dios
  • Discurso IV. La providencia de Dios
  • Discurso V. Continúa la idea de la providencia, eje principal de la tranquilidad del hombre
  • Discurso VI. Lo que se llama "acaso" tiene causa que lo determine en las disposiciones de la providencia
  • Discurso VII. La verdadera tranquilidad del espíritu no consiste en los bienes exteriores
  • Discurso VIII. Los trabajos no quitan la tranquilidad al que la tiene y sabe conservarla
  • Discurso IX. Las pasiones son el origen de nuestras penas: el reprimirlas importa toda nuestra tranquilidad
  • Discurso X. La verdadera tranquilidad es obra de la razón
  • Discurso XI. Que nuestra voluntad ha de estar sujeta a la de Dios
  • Discurso XII. Los afectos de la carne que perturban la tranquilidad se pueden moderar con otros afectos del espíritu producidos por la razón
  • Discurso XIII. La tranquilidad es el patrimonio de los virtuosos: los malos no la han conocido
  • Discurso XIV. La tristeza debe huirse, las obras de la carne son su fomento. La tristeza que es según Dios es la útil
  • Discurso XV. De los bienes y de los males respecto de los virtuosos y viciosos
  • Discurso XVI. El conocimiento de una virtud verdadera produce el de la tranquilidad
  • Discurso XVII. Medios de promover en nosotros la virtud
  • Discurso XVIII. Conclusión de la obra
  • Bibliografía.
  • Contraportada.