Palacio de la Aljafería
| país = | tipo_división_administrativa = Comunidad | división_administrativa = | tipo_subdivisión_administrativa = Provincia | subdivisión_administrativa = | municipio = Zaragoza | uso = • Sede de las Cortes de Aragón (desde 1987)• Palacio real (de los reyes de la taifa de Saraqusta, , y luego de los de Aragón)
•1487-1706, sede del Tribunal del Santo Oficio y cárcel
• Cuartel | construcción = | reconstrucción = • 1488-1495, palacio para los Reyes Católicos
• Desde 1593, como palacio-fortaleza
• 1772, como cuartel
• 1985-1998, como sede de las Cortes aragonesas y recuperación del monumento. | tipo = Palacio fortificado | estilo = Mudéjar aragonés | mapa1 = Plano Aljaferia224.png | tamaño_mapa1 = 272px | pie_mapa1 = Planta de la Aljafería restaurada (marrón oscuro: hemiciclo y dependencias de las Cortes de Aragón; gris, foso) | mapa_loc = Zaragoza | tam_mapa_loc = 272 | pie_mapa_loc = Localización en la provincia de Zaragoza. |imagen=Aljafería Palace.jpg}}
El palacio de la Aljafería (, tr. ''Qaṣr al-Jaʿfariyah'', por derivación de uno de los nombres del rey que lo mandó construir, ''Abú Yaáfar'' al-Muqtádir) es un palacio fortificado construido en Zaragoza en la segunda mitad del por iniciativa de al-Muqtadir como residencia de los reyes hudíes de Saraqusta. El nombre con el que se conoce al monumento proviene de la evolución fonética y lingüística de su pronombre Abú Ya’far, de Yafar vino al-Yafariyya, posteriormente Aljafaria y finalmente Jaferia o Aljafería (Expósito Sebastián, 33).
Este palacio de recreo (llamado entonces ''Qasr al-Surur'' o 'palacio de la Alegría') refleja el esplendor alcanzado por el reino taifa en el periodo de su máximo apogeo político y cultural.
Su importancia radica en que es el único testimonio conservado de un gran edificio del arte hispanomusulmán de la época de las taifas, de hecho esta arquitectura encuentra sus precedentes artísticos en los palacios sirio-omeyas del desierto, tipología típica de la primera mitad del , entre los cuales sobresalen el de Qasr al-Hayr al-Sharqi, Qusair Mushatta, Jirbat al-Mafyar, y de la primera etapa abasí, el castillo de Ujaydir (Expósito Sebastián, 34-35).
De modo que, si se conserva un magnífico ejemplo del califato de Córdoba, su mezquita (), y otro del canto de cisne de la cultura islámica en al-Ándalus, del , la Alhambra de Granada, se debe incluir en la tríada de la arquitectura hispanomusulmana el palacio de la Aljafería de Zaragoza () como muestra de las realizaciones del arte taifa, época intermedia de reinos independientes anterior a la llegada de los almorávides. Los «restos mudéjares del palacio de la Aljafería» fueron declarados individualmente Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986 como parte del conjunto «Arquitectura mudéjar de Aragón».
La fecha de construcción de este complejo arquitectónico se corresponde con el , concretamente entre 1065 y 1081; ya que en algunos de los capiteles se puede observar una inscripción en la que figura al-Muqtadir como el vencedor, título que no fue adoptado por el monarca hasta 1065 tras la toma de Barbastro (Beltrán Martínez, 50-51).
La planta de la construcción islámica era un recinto fortificado y reforzado por dieciséis torreones semicirculares, con planta rectangular. Este carácter de fortificación no solo sirvió como defensa, sino también para configurar dos mundos claramente diferenciados: el exterior profano y humilde, y el interior culto y delicado.
Las soluciones adoptadas en la ornamentación del palacio de la Aljafería, como la utilización de arcos mixtilíneos y de los salmeres en «S», la extensión del ataurique calado en grandes superficies o la esquematización y abstracción progresiva de las yeserías de carácter vegetal, influyeron decisivamente en el arte almorávide y almohade tanto del Magreb como de la península ibérica. Asimismo, la transición de la decoración hacia motivos más geométricos está en la base del arte nazarí. Tras la conquista de Zaragoza en 1118 por Alfonso I el Batallador pasó a ser residencia de los reyes cristianos de Aragón, con lo que la Aljafería se convirtió en el principal foco difusor del mudéjar aragonés. Fue utilizada como residencia regia por Pedro IV el Ceremonioso (1319-1387) y posteriormente, en la planta principal, se llevó a cabo la reforma que convirtió estas estancias en palacio de los Reyes Católicos en 1492. En 1593 experimentó otra reforma que la convertiría en fortaleza militar, primero según diseños renacentistas (que hoy se pueden observar en su entorno, foso y jardines) y más tarde como acuartelamiento de regimientos militares. Sufrió reformas continuas y grandes desperfectos, sobre todo con los Sitios de Zaragoza de la Guerra de la Independencia hasta que finalmente fue restaurada en la segunda mitad del y actualmente acoge las Cortes de Aragón.
En su origen, la construcción se hizo extramuros de la muralla romana, en el llano de la saría o lugar donde los musulmanes desarrollaban los alardes militares conocido como La Almozara. Además, esta tenía la condición de construcción recreativa del monarca, por lo que no tenía la necesidad de encontrarse dentro de las murallas de la ciudad. El propio mismo lo apodó “El palacio de la alegría” en algunos de sus poemas .
Con la expansión urbana a través de los años, el edificio ha quedado dentro de la ciudad. Se ha podido respetar a su alrededor un pequeño entorno ajardinado. proporcionado por Wikipedia