Ibn Battuta

Es el más conocido de los grandes viajeros musulmanes; su ''rihla'' o periplo por el Oriente duró veinte años, que relató con detalle en una crónica dictada al estudioso granadino Ibn Yuzayy, a instancias del sultán marínida (o benimerín). Prácticamente todo lo que se sabe de su vida procede de este relato que, aun siendo fantasioso o exagerado en algunos puntos, es el retrato más fiel que existe de la parte del mundo que el viajero recorrió en esa época. En su viaje cubrió una distancia mayor que la de su contemporáneo Marco Polo, recorriendo en total el oeste, las costas orientales y norte de África, parte del sur y el este de Europa, Oriente medio, la India, Asia central, el sureste asiático y parte de China.
Pareja a la trascendencia del personaje, la Asociación Ibn Battuta, formada por historiadores y profesionales del sector turístico, gestiona el museo de Ibn Battuta en Tánger, en el barrio de Al-kasaba.
La importancia de este viajero, a pesar de que tristemente se vea subestimada, es de gran trascendencia por tratarse de una persona que pudo viajar por medio mundo recogiendo testimonio, en su ''Rihla,'' de diversos y espléndidos lugares, al mismo tiempo que los describía y nos hablaba de ellos, pudiendo así usar sus escritos como una fuente para el estudio de la Edad Media del mundo islámico.
En 1976 la Unión Astronómica Internacional llamó «Ibn Battuta» a un astroblema lunar en su honor. El aeropuerto de Tánger, su ciudad natal, también lleva su nombre. proporcionado por Wikipedia