Victor Franz Hess

Su revolucionario descubrimiento de los rayos cósmicos, es una revelación que cambiaría significativamente el campo de la astrofísica moderna. La curiosidad intelectual y la pasión por la ciencia de Hess lo llevaron a estudiar física en la Universidad de Graz. Al principio de su carrera, trabajó en diversos proyectos experimentales, pero fue su investigación sobre la naturaleza de la radiación ionizante lo que finalmente definiría su legado.
A comienzos del , la comprensión científica de la radiación estaba en rápida evolución, con físicos como Wilhelm Roentgen y Marie Curie realizando avances monumentales en el estudio de los rayos X y la radiactividad. Sin embargo, persistía un misterio clave: el origen de ciertas formas de radiación que parecían penetrar la atmósfera de la Tierra. En 1912, mientras trabajaba en la Universidad de Viena, Hess emprendió una serie de experimentos con globos aerostáticos para medir la intensidad de la radiación a diferentes altitudes. Sus resultados fueron nada menos que revolucionarios: Hess descubrió que los niveles de radiación aumentaban con la altitud, lo que sugería que la radiación provenía de más allá de la superficie terrestre y no de fuentes terrestres.
Este descubrimiento, que publicó en 1913, fue un gran avance en la comprensión de los orígenes de las partículas de alta energía. El trabajo de Hess proporcionó la primera evidencia de los rayos cósmicos, un fenómeno que ahora se entiende como partículas de alta energía originadas fuera del sistema solar. Sus contribuciones a la ciencia le valieron el Premio Nobel de Física en 1936, junto con Carl D. Anderson, quien había hecho contribuciones independientes al estudio de la radiación cósmica. La investigación de Hess sentó las bases de gran parte del trabajo posterior en astrofísica y cosmología, influyendo en el estudio de partículas de alta energía y la estructura del universo durante décadas. proporcionado por Wikipedia