Fernando VII de España
![iglesia del Real Monasterio de San Jerónimo](https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/03/Jura_de_Fernando_VII_como_Pr%C3%ADncipe_de_Asturias.jpg)
| descendencia = *María Isabel Luisa de Borbón *Isabel II de España *María Luisa, duquesa de Montpensier | casa real = Borbón | padre = Carlos IV de España | madre = María Luisa de Parma | tratamiento = Su Católica Majestad | título0 = Rey de España | reinado1 = 4 de mayo de 1814-29 de septiembre de 1833 | predecesor1 = José I | sucesor1 = Isabel II | reinado0 = 19 de marzo de 1808-6 de mayo de 1808 | predecesor0 = Carlos IV | sucesor0 = José I | título2 = Rey nominal de España | reinado2 = 11 de agosto de 1808-11 de diciembre de 1813 | predecesor2 = José I | sucesor2 = Él mismo (reasume el poder) | abdicación = Abdicaciones de Bayona | conflictos = | firma = Ferdinand VII of Spain signature.svg | nombre completo = Fernando María Francisco de Paula Domingo Vicente Ferrer Antonio José Joaquín Pascual Diego Juan Nepomuceno Genaro Francisco Javier Rafael Miguel Gabriel Calixto Cayetano Fausto Luis Ramón Gregorio Lorenzo Jerónimo }} Fernando VII de España, llamado «el Deseado» y «el rey Felón» (San Lorenzo de El Escorial, 14 de octubre de 1784-Madrid, 29 de septiembre de 1833), fue rey de España en 1808 y luego, nuevamente, desde 1813 hasta su muerte en 1833. Su reinado se vio opacado por la invasión francesa que colocó en el trono de España a José Bonaparte, hermano de Napoleón, entre mayo de 1808 y diciembre de 1813. Durante ese tiempo, la Junta Suprema Central primero y el Consejo de Regencia después gobernaron en su nombre en la zona controlada por los españoles entre 1808 y 1814.
Hijo de Carlos IV y María Luisa de Parma, accedió al trono tras el motín de Aranjuez en marzo de 1808, promovido por sus partidarios, que obligó a su padre a abdicar en él, siendo proclamado como rey con el título de Fernando VII. Dos meses después, presionado por Napoleón, renunció en Bayona a sus derechos a la Corona española, devolviéndola a su padre, y este en favor del emperador francés, quien designó como nuevo rey de España a su hermano José Bonaparte. Quedó confinado en el castillo de Valençay, donde pasó toda la guerra de Independencia. A pesar de ello, Fernando continuó siendo reconocido como el legítimo rey de España por las diversas Juntas de Gobierno, la Junta Suprema Central y su sucesor el Consejo de Regencia, y las Cortes de Cádiz. Estas proclamaron que ostentaban la soberanía nacional y en virtud de este principio elaboraron y aprobaron la Constitución de 1812. En este contexto se iniciaron las Guerras de independencia hispanoamericanas.
Tras la derrota de los ejércitos napoleónicos y el abandono de España de José I, Napoleón lo reconoció como rey de España en el Tratado de Valençay de diciembre de 1813. A pesar de que el tratado no fue ratificado por la Regencia ni por las Cortes, Napoleón le dejó marchar y Fernando VII, su hermano don Carlos y su tío don Antonio entraron en España el 22 de marzo de 1814 por Gerona. Tras pasar por Zaragoza, se dirigió a Valencia, donde planeó el golpe de Estado de mayo de 1814 que fue ejecutado en Madrid el 11 de mayo por las tropas del general Francisco de Eguía. En el ''Manifiesto del 4 de mayo'', también conocido como Decreto de Valencia, abolió la Constitución de 1812 y toda la obra de las Cortes de Cádiz, restaurando el absolutismo y el Antiguo Régimen. Entró en Madrid el 13 de mayo, dos días después del triunfo del golpe. En ese mismo año, en un postrer acto, Carlos volvería a abdicar sus derechos al trono español en su hijo Fernando VII, el 1 de octubre de 1814, firmando el convenio en Roma, donde permaneció exiliado.
Pronto, el Deseado se reveló como un soberano absolutista y, en particular, como uno de los que menos satisficieron los deseos de sus súbditos, que lo consideraban una persona sin escrúpulos, vengativa y traicionera. Rodeado de una camarilla de aduladores, su política se orientó, en buena medida, hacia su propia supervivencia. Tras seis años de guerra, el país y la Hacienda estaban devastados, y los sucesivos gobiernos fernandinos no lograron restablecer la situación. Como reacción a sus políticas, en 1820, un pronunciamiento militar dio inicio al llamado Trienio Liberal, durante el cual se restablecieron la Constitución y los decretos de Cádiz, produciéndose una nueva desamortización. Los liberales se dividieron entonces en moderados y en exaltados y, durante ese tiempo, el rey, que aparentaba acatar el régimen constitucional, no dejó de conspirar para restablecer el absolutismo, lo que se logró tras la intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis en 1823.
La última fase de su reinado, llamada Década Ominosa, se caracterizó por una feroz represión de los liberales, acompañada de una política absolutista moderada o incluso liberaldoctrinaria que provocó un profundo descontento en los círculos «ultrabsolutistas», que formaron partido en torno al hermano del rey, el infante Carlos María Isidro. Ese malestar, unido a un problema sucesorio, provocó una guerra civil tras la muerte de Fernando y el ascenso al trono de su hija Isabel II, de tres años de edad, que no era reconocida como reina por los carlistas. La regencia la asumió entonces la viuda del rey, María Cristina.
En palabras de un reciente biógrafo, Rafael Sánchez Mantero: }}
Según su más reciente biógrafo, Emilio La Parra López:|group="nota"}} proporcionado por Wikipedia